En Alta Mar. Tercera parte. Nuevas sensaciones.
Voy, insegura y pensando en Don "no entres ahí bajo
ningún concepto", a por las llaves del camarote número cuatro. Las manos
las tengo sudorosas y tiemblo como un flan, pero creo que hago lo correcto. No
somos nadie para extirparle la glándula de la libertad a un muchacho que
desconocemos lo que ha pasado en aquel barco.
Respiro hondo en busca de la relajación. No funciona. Me encuentro delante de la mesita antigua que compramos cerca de Central Park decidiendo, mientras el muchacho atractivo sigue gritando. Mi subconsciente me pone la imagen de mi marido y de pronto me vengo a bajo. ¿Estará bien? Si por favor… De pronto oigo <<ME AHOGO>> y salgo corriendo. Las llaves se me caen de lo nerviosa que estoy. Me agacho y las vuelvo a coger, pero me quedo petrificada mirando mi alianza de oro blanco. <<Por favor…abre>> Me levanto y busco la llave correcta, mientras me paso el pelo por detrás de la oreja. Meto la llave, pero no la giro.
Respiro hondo en busca de la relajación. No funciona. Me encuentro delante de la mesita antigua que compramos cerca de Central Park decidiendo, mientras el muchacho atractivo sigue gritando. Mi subconsciente me pone la imagen de mi marido y de pronto me vengo a bajo. ¿Estará bien? Si por favor… De pronto oigo <<ME AHOGO>> y salgo corriendo. Las llaves se me caen de lo nerviosa que estoy. Me agacho y las vuelvo a coger, pero me quedo petrificada mirando mi alianza de oro blanco. <<Por favor…abre>> Me levanto y busco la llave correcta, mientras me paso el pelo por detrás de la oreja. Meto la llave, pero no la giro.
-Abre…soy buena persona. Me crie en un ambiente familiar y
tuve una buena educación.
Levanto una ceja, abro la puerta y lo veo ahí sentado en la
cama, sudado y con el pelo grasoso. Tiene una camiseta blanca con el nombre del
barco bordado en el pecho. Los pantalones cortos verdes necesitan un lavado
urgente.
-Gracias. –Dice mientras se levanta y me mira de arriba abajo.
-¿El…baño? -Me pregunta con desparpajo mientras yo sigo
petrificada y temblorosa.
Le señalo hacia la puerta del baño que está en frente del
camarote. No sé cuánto tiempo me quedo quieta en ese lugar, pero es él quién me
sobresalta después de ponerme la mano en el hombro. Se ha duchado y lleva la
ropa de mi esposo. Unos pantalones vaqueros grises muy sexis y una camiseta
blanca con el logotipo de Dolche Cubana, la famosa y cara marca.
-¿Tienes hambre? –Le pregunto señalando al pollo y a la
ensalada.
Asiente y se sienta en la mesa mientras sonríe de forma
pícara. Luego me siento en la otra punta de la mesa para evitar acercamiento
alguno. La ensalada está un poco sosa y el pollo poco hecho. Levanto la cabeza
de forma tímida y le miro de reojo. Me mira y sonríe. Me levanto y recojo los
platos. Mientras friego los cacharros, siento una respiración en mi nuca y pego
un brinco. ¿Qué coño hace? De pronto mi subconsciente me recuerda las palabras
de advertencia de mi marido. Me agarra el trasero. Comienzo a temblar y me doy
la vuelta. Le empujo y frunzo el ceño.
-¿Qué coño haces? –Le grito.
Sonríe y se pasa la mano por la barbilla.
-Lo que deseas pelirroja. –Me dice con voz seductora y
ronca.
Levanto la ceja y cojo el cuchillo de punta redonda para untar
la mantequilla. Se ríe descaradamente y hace que me sienta tonta. Suelto en
cuchillo y él se acerca a mí cuerpo tembloroso.
-Eres preciosa pelirroja. -Me susurra al oído y seguidamente
me lame el glóbulo de la oreja.
Me derrito y gimo sin querer. Me aparto, pero no lo consigo.
Me tiene agarrada por la cintura. Me acerca a él. Me coge la cara y me roba un
beso de varios segundos.
-Desnúdate. –Me obliga.
-No, estoy casada. –Le digo con miedo.
-¿Crees que estás en disposición de elegir, pelirroja? Vamos
quítatela... o te la quitaré yo.
Entre lágrimas me bajo las tirantas del vestido haciendo que
este se deslice por todo mi cuerpo, hasta caer al suelo. Me quedo en ropa
interior muy sexy comprada en Woman
Secretito. Se muerde el labio y se acerca. Me quita el sujetador.
-Que pechos tan preciosos.
Los coge y masajea a su gusto. Agarra mi sexo y desplaza las
braguitas al lado derecho. No me lo puedo creer pero estoy excitada y húmeda.
-Sé que deseas esto. –Susurra.
Gimo. Me introduce un dedo y lame un pezón. Estoy muy
cachonda y no recuerdo en ningún momento a mi esposo. Veo que está totalmente
erecto y los pezones se me endurecen. Me da la vuelta y refriega su erección
por mis nalgas con fuerza. Me tira del pelo y me besa con pasión. Se agacha.
¿Qué hará? No, no, no… Déjame por favor. Mi subconsciente también está
excitado, por lo que se le olvida y disfruta. Pasa su lengua por mi clítoris y
gimo con fuerza. Me mira mientras sigue para ver mi cara de deseo. Sonríe y me
agarra el vientre. Pego un brinco. Me pechizca un pezón y siento sensaciones
multiorgásmicas. Se levanta y me besa.
-Desabróchame el pantalón y quítamelo.
Le hago caso y se lo desabrocho despacio y se lo quito. Uau…
pedazo erección.
-Chupa. –Dice mientras me empuja la cabeza haciendo que la
estruje con mi cara.
Me la meto en la boca y comienzo a jugar con mi lengua. Gime
y se pone las dos manos en la cabeza. Me mira y pone ojos de deseo. Empuja mi
cabeza provocando que casi me ahoge.
-Para o me correré.
Me sube a la mesa donde hemos comido y se pone entre mis
piernas. Me besa y me refriega su sexo por el mío. Me penetra y me siento
rellena por de dentro, como si un pavo de Navidad me tratase. Ohh…
-Te deseo. –Susurra.
Yo no digo nada, solo gimo. Me encanta como llega a todos
mis deseos y mis sensaciones. Me coge en brazos y me abalanza mientras me
penetra con fuerza. Grito y gimo seguidamente. Me pone a cuatro patas sobre el
suelo. Me estimula el ano mientras me penetra -Otra sensación nueva. – Me coge
del pelo y me da un azote. Grito y el cosquilleo propio del orgasmo me recorre
el vientre. Oh Dios, voy a correrme. Lo hago y a continuación lo hace el en mi
espalda.
-OHhhh…madre mía. Eres perfecta, pelirroja. –Me dice mientras
me abraza.
Se escucha un golpe fuera. Le miro y de pronto mi mente
piensa en mí marido. Mierda. Corriendo nos vestimos y entonces…
Continuará...
Me gusta mucho, espero que la siguiente parte llegue pronto!
ResponderEliminarMe alegro de que te guste. La cuarta parte ya está publicada. Un beso <3
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