Roles / 1º Rol: Tirada en la carretera.

Queridos amantes:
Aquí de nuevo la Srta. Evenstar. Todos sabemos lo que es un rol y, aplicado al ámbito que nos interesa, podemos definirlo como un papel que se toma en un determinado acto sexual. Cuando tu pareja y tú optáis por un rol, pasáis de ser novios a ser cumplidores de un sueño recíproco. Muchas veces podemos llegar a pensar que necesitamos tomar un papel concreto en la relación para que ésta no se haga aburrida y rutinaria. Pero os aseguro que es mucho más que eso. La verdad es que tomar roles es algo divertido y supone un juego. Aprendemos a ser cómplices, más aún si cabe,  el uno del otro y, sin duda, mejoramos nuestras capacidades interpretativas.

Todos conocemos los típicos roles: policía, preso, bombero, enfermera... A lo largo de los próximos días, pretendo relataros algunos de los roles más sensuales por los que podemos optar para nuestra relación. Aunque hay infinidad de papeles para tomar, iré seleccionando los que me parezcan más adecuados para que exploréis vuestra sexualidad. No obstante, y como todo, cada uno de nosotros podemos elegir el que más nos ponga a cien, pero os invito a probar y probar... Con los roles, la sed de sexo se hace insaciable.
Miles de besos mis amantes y, sin más preámbulos os dejo con el rol del día:

"Voy conduciendo en dirección a casa. Ha sido una mañana agotadora y sólo quiero darme una ducha y leer un rato antes de cenar. El día en el trabajo ha sido asfixiante y subo la radio para disfrutar de la canción que voy escuchando. Sin dejar de prestar atención a la carretera, contemplo el maravilloso paisaje por el que estoy conduciendo. Es una carretera regional, con poco tráfico y abrazada por un bosque de ensueño.
De repente, algo me aparta de mis pensamientos. Noto como el coche intenta desviarse bruscamente pero reacciono rápido y consigo controlar la situación. Inmediatamente opto por apartarme de la carretera, quedando alejada del borde de la misma varios metros. Se ha pinchado una rueda. Fácil, puedo arreglarlo.
No hay problemas puesto que ya he hecho esto otras veces sola. Lo único que lamento es que voy a llegar a casa algo más tarde. Me limito a sacar las herramientas del maletero y la rueda de repuesto. A continuación, me dirijo a la rueda perjudicada, que es la trasera derecha, y selecciono las herramientas adecuadas para la sustitución.
Maldita sea. Acabo de caer en la cuenta de que le presté a una de mis amigas la llave para retirar las tuercas. ¿Qué hago ahora? Por suerte, o por desgracia, un coche se para junto al mío con la intención de ofrecerme ayuda, o eso creo. Es un hombre, y espero que no sea de estos que creen que las mujeres no sabemos cambiar ruedas. Así que me trago mi orgullo y me dirijo a él con decisión..
- ¿Podría ayudarla señorita? - me dice amable. Creo que se aguanta alguna que otra risita al verme tirada con el coche y sin poder cambiar la rueda.
- Buenas tardes. He pinchado y me falta una de las herramientas para cambiar la rueda. - intento disimular la cara de tonta que se me ha quedado. Es un hombre bastante atractivo y será poco más mayor que yo. - Si pudiera prestarme la llave para las tuercas, le estaría bastante agradecida.
- ¿Mal día? - me pregunta mientras se dirige al maletero de su coche.
- Los tengo mejores - contesto mientras que respiro aliviada porque parece que este hombre tiene lo que necesito.
Cuando por fin encuentra la llave en el maletero, se dirige a mi coche. Parece decidido a cambiar la rueda pero no se lo permito. Asiento educadamente y estiro la mano con la intención de que me de la herramienta. Tras ese gesto no nos decimos nada, simplemente se muestra divertido y dispuesto a concederme el gran honor de cambiar la rueda. Es la primera vez que siento que me pone nerviosa su mirada. Este hombre que acabo de conocer, que no conozco ni siquiera su nombre, me pone...
Intimidada me limito a ponerme en acción para escapar de esa atracción traicionera cuanto antes. Me agacho a la altura de la rueda para  quitar los tornillos, una vez que he puesto el gato y he levantado el coche.
Disimuladamente me giro y algo llama mi atención, me está mirando fijamente. Su cara ha pasado de expresar expectación a reflejar algún tipo de deseo. Respira, tranquilízate, me digo a mí misma sin obtener resultado alguno. Mierda, tiro de la rueda pinchada para sacarla de su sitio y caigo hacia atrás de espaldas. Lo que me faltaba...
- Necesitas una buena terapia para que este día se vuelva algo mejor - me dice mientras que me ayuda a incorporarme.
- Gracias - le digo tímidamente y no puedo empezar a decir otra palabra cuando se abalanza sobre mis labios.
Perpleja decido a corresponderle con un beso apasionado que todavía no ha encontrado fin. Él me coge y, abriendo mis piernas, las coloco alrededor de su cintura. Los besos intensos siguen sin cesar mientras que pasa su mano por mi espalda hasta sujetar mi cabeza.
Es entonces cuando, sin darme cuenta, me tira sobre el capó de mi coche. No me puedo creer que esté haciendo pero este hombre me está volviendo loca. Siento en la espalda el metal aún caliente del coche, está duro pero en estos momentos no me percato en eso. Prefiero concentrarme en el ser escultural que tengo delante. Se dispone a abrirme la camisa con impaciencia. No consigo comprender como ha sido capaz de arrebatármela sin arrancar ni un sólo botón. Luego me quita la falda con gran agilidad. No doy crédito, ¿estoy haciendo esto de verdad? Me vuelve a coger en brazos y me deposita con rapidez sobre el espacio que dejan en medio nuestros coches. El suelo esta blando y es de hierba suave y mullida.
Caigo en la cuenta de que no hemos dejado de besarnos y tocarnos, es impresionante. Me pone muchísimo y estoy bastante caliente. Ya se me han olvidado todos los problemas del día, sólo quiero que este hombre me posea.
- Eres guapísima cielo. He tenido suerte en que se te jodiera la rueda.
Sus palabras arden en mi interior una a una, como fuego. Me quita la ropa interior empezando por el sujetador. Respiro aliviada al saber que nadie nos puede ver. A continuación me deja totalmente desnuda, estoy a su merced. Se desprende de sus pantalones y deja a la vista una erección potente. Madre mía...
- Dime si quieres que te posea - me dice. Encima es educado y todo. Me siento afortunada de poder disfrutar de este dulce y asiento con un gemido.
De repente se queda desnudo y no quepo en mí. Este hombre me va a follar. Se pone un condón y empieza a entrar y salir de mi ser, con una intermitencia incesante. Estoy bastante húmeda y él lo sabe. No sé ni su nombre, se supone que no soy de esas que lo hacen con cualquiera, pero lo cierto es que me tiene total e irremediablemente hechizada. Es cuando se para y cambiamos de postura. Me pongo arriba y estoy dispuesta a cabalgar sobre él. Voy a demostrarle lo que soy capaz de provocar en un hombre.
Estamos muy cachondos, acalorados y sedientos de sexo. Yo sigo sobre él con movimientos que parecen dejarle sin aliento. Lo hago bien, lo noto. Así, cuando ya no podemos más y nos sobrepasa el deseo mutuo, estallo en un orgasmo intenso acompañado de un gemido desgarrador que hace que mi compañero se deje ir.
Caigo a su lado y, tumbados en la hierba, nos quedamos mudos. Todavía estoy asimilando que he hecho, y, sobre todo, con quien lo he hecho. La luz de la tarde parece que se va apagando y caigo en la cuenta que llevo bastante tiempo con este hombre, tengo que ir a casa.
Sin mediar palabra, termino con la rueda de mi coche mientras que se viste. Le devuelvo la llave que me ha prestado y, a cambio, me da su tarjeta con el número de teléfono. Incómodamente nos dirigimos a nuestros respectivos coches y se va. Yo aguardo, perpleja todavía, en el asiento de mi coche. Miro fijamente la tarjeta y descubro el nombre del señor con el que me acabo de divertir tanto..."

Comentarios

  1. Espectacular, no tengo que ecplicar como me encuentro yo ahora. Espero encontrarme con esa chica alguna vez!!

    ResponderEliminar
  2. ¡Todo puede pasar! Siempre puedes probarlo con tu pareja ;)

    ResponderEliminar
  3. Tengo un problema!! Hace unos días tuve una experiencia muy similar a la que escribes aquí, y la cosa es que mientras lo hacia con esa chica estaba pensando que eras tu Srta. Evenstar!!

    ResponderEliminar
  4. cariño no creo que eso sea un problema, a menos que tuvieras algo más que simple folleteo con esa chica. espérame en tus sueños!

    P.D: gracias por demostrarle a todos que podemos cumplir nuestras fantásias.

    ResponderEliminar
  5. there is a god I loved

    ResponderEliminar
  6. Madre mia! Como me pone tu forma de escribir! Srta. Evenstar, queremos saber mas de ti! Y que escribas mas historias! Besos guapa

    ResponderEliminar

Publicar un comentario